viernes, enero 09, 2009

Un mal día para ver televisión


Tomé el control remoto de la televisión y la encendí -no en llamas, aunque tal vez esa hubiese representado la mejor opción-; el canal 2 El canal de las estrellas, ese canal cultural y de buen gusto transmitía el excelso, magnífico, inteligente, creativísimo programa Hoy. En pantalla, dos primates discutían sobre la vida de un actorcillo que trae un pleito deschongado con su ex mujer, tema de interés mundial e indiscutiblemente trascendental para la sobrevivencia de la especie humana sobre el planeta.

Pero mi humor no estaba para ver Discovery Channel región 4, donde los animales de la jungla de asfalto son la principal atracción y la mayor aberración al intelecto. Así que decidí cambiar de canal para ver algo más mundano y simplista que no exigiera demasiado a mi cerebro; repasé todas y cada una de las señales que mi televisor fue capaz de captar, me detuve varias veces en algunas de ellas pensando que encontraría lo que buscaba, pero siempre me llevé la misma desilusión: Programas culturales que presentaban simios, asnos, buitres y un montón de carroña que no siempre era devorada por las aves rapaces.

En fin, hoy no fue un buen día para ver televisión, tal vez mañana tenga suerte y me encuentre un programa que hable de las relaciones entre Poncho de Nigris y los reporteros de espectáculos o quizá de un nuevo formato de Bailando por un sueño, y en el mejor de los casos tal vez pueda ver a un grupo de letrados y amenos conductores haciendo su mejor esfuerzo para entretener a las familias mexicanas, que tanto carecen de una buena compañía en casa para que los ratos de ocio sean menos tediosos.