miércoles, septiembre 14, 2005

Muérete


Cuando mueras todo será más sencillo, cuando mueras viviré, cuando mueras despertaré, cuando mueras me dejarás, cuando mueras volveré.

Pero mientras, hoy te pienso, hoy te miro, hoy te siento, te respiro… te deseo. Hoy te quiero.

Entonces me hiciste bien, me hiciste mal. No me hiciste, me deshiciste.

Quiero que mueras, quiero que vivas, quiero vivir, morir, sentir, partir. Quiero que vengas, que vayas, que salgas. Quiero reír, llorar, gritar, saltar, volar.

Pero no pasa nada, ni mueres ni sales ni nada. No pasa nada.

Sabines escribió:

Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.

Quédate dos días sin comer
y veras qué hermosa es la vida:

carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujer: verás.
Cuando tengas ganas de morirte

no alborotes tanto: muérete
y ya.

Bueno, pues desaparece ya, sal de aquí, déjame en paz. Quiero saberte bien, nada más, pero no me lo digas, no me lo cuentes, vete… ¡lárgate y ya!.

Hoy, aquí, ya no estarás. Descansa en paz.

jueves, septiembre 08, 2005

GO U.S.A !

Sí, vamos a ayudar a los gringos, vamos a darles todo lo que necesitan , apoyemos a ese país tan rico y poderoso. ¡Vamos!. ¡¿Qué esperamos?!. ¡Ayudemos!. No importa que nuestros indígenas se estén muriendo de hambre, no importa que nuestros niños tengan una educación de mierda, no importa la inseguridad en la que vivimos, no importan las muertas de Juárez, no importan los damnificados por la lluvias en todo el territorio mexicano, no importan los miles de pobres que viven en México, no importa el Seguro Social, ni el ISSSTE, ni las casas de cartón de nuestra gente... ¡no importa!.

¡Vamos!. ¡Celebremos México!. Ese México que no necesita ayuda, que lo puede y lo soporta todo. Unámonos para apoyar a los que nos tratan como pendejos y nos menosprecian. ¡Apoyemos!. No importa que seamos su basurero, tampoco importa que traten a los migrantes peor que a los animales. ¡Ayudemos!. ¡No perdamos tiempo!. Ellos tan buenos, tan humanos, tan razonables, tan pacifistas. Intentemos salvar a esos que luchan por la libertad de los pueblos oprimidos y que buscan el bienestar mundial. ¡Carajo!. ¡¿Qué hacemos sentados?!. ¡Mandemos ayuda, comida, médicos, soldados, dinero, medicinas, barcos, helicópteros, todo lo que se nos ocurra!.

No. No. No.

Me uno a la pena y a la desgracia que viven los habitantes de Nueva Orleáns y Mississippi , me uno a las personas que lo han perdido todo y que se han quedado solos en el mundo, a las familias enteras que murieron en aquellas ciudades estadounidenses. Me uno al dolor humano, al grito de ayuda que lanzan a los cuatro vientos esperando que alguien los escuche, que alguien los salve de su desdicha. Me uno a la angustia que deben estar pasando miles de mexicanos que viven o tiene familiares en esa otrora ciudad. Lo siento, de verdad lo siento.

Sé que si en México sucediera una desgracia de esa magnitud todo el mundo voltearía para apoyarnos y ofrecernos toda su ayuda y solidaridad, los gringos en primera fila. Sé que el gobierno mexicano pondría todo de su parte para llevar a cabo las labores de rescate de los afectados. Lo sé.

Pero también sé que no es posible que en México existan tantas personas en desgracia desde hace décadas y nadie haga nada para ayudarles. También sé que en México hacen falta esas cocinas móviles para alimentar a los niños de los pueblos indígenas o a los niños de la calle. También sé que en Veracruz hay familias que se quedaron sin casa y sin recursos a causa de las lluvias. También sé que un millón de dólares serían de gran ayuda para mejorar las escuelas (sin techo y sin bancas) de muchas comunidades rurales. También sé que toda esa voluntad del "Señor Presidente" se podría usar para mejorar una bola de cosas que están jodidas en México.

Si queremos ayudar a nuestros paisanos, no nos llenemos la boca con idioteces del tamaño de Katrina... no por favor. En México también ha pasado un huracán... y hemos hecho tan poco.

Celebremos México pues.

Es el momento

Es verdad que el ocio es la madre de todos los vicios, en este momento lo estoy comprobando. Uno no se da cuenta de qué forma está perdiendo el tiempo hasta que voltea a ver el reloj y se entera que las manecillas ya dieron tres vueltas completas... es increíble.

Lo peor no es eso, sino el hecho de haber invertido ese tiempo tan valioso en algo que no estaba dentro de tus planes, pero que te atrapó en un instante donde tu cabezota se distrajo y simplemente te dejaste llevar por los senderos de un mundo que en realidad no existe.

Bueno, el caso es que hoy estoy aquí, hoy abro la boca para que me lea todo el mundo, antes sólo lo hacía para los cuates y los ociosos que, como yo, no tenían nada mejor que hacer que leer las tonterías de un tipo que lo único que hace es decir cuanta barbaridad se le ocurre al momento.

Estoy, ya. Por error, por borrego, por accidente, por lo que sea... estoy. A ver qué pasa.